miércoles, 26 de enero de 2011

El príncipe verde.

¿Por qué verde y no azul? Ya estamos hartas de buscar y buscar la perfección del príncipe azul y no la encontramos por ningún lado. SIEMPRE, por más cercano a la perfección que sea nuestro príncipe (sea del color que sea) tiene algún defecto, o algo que lo distingue.
Como primera medida, tendría que tener algún atractivo físico que lo haga especial, ya sea una sonrisa perfecta, unos ojos bien brillantes, linda boca, lindo cuerpo, en fin, como dicen que "lo primero entra por los ojos" tiene que tener ALGO que lo haga atractivo (aunque sea solamente ante nuestros ojos). Pero ojo! Tampoco tan hermoso porque aburre después (Y las queridas rapiditas los empiezan a codiciar).
Segundo y un poquito más difícil: le empezamos a hablar y es un divino total (al principio, of course)! Hay algo en su personalidad que lo hace más lindo si es posible, es el deportista, el tierno, sea cual sea ese rasgo en su personalidad. Pero inevitablemente, nos empieza a atraer más y más. Todo indica que es el Príncipe Azul! Pero pasemos al tercer paso...
Por último, esa supuesta perfección de nuestro principito va a empezar a desgastarse cuando muestra algún rasgo característico masculino.
Ejemplo más común: Todo marcha perfecto, se tiran flojas indirectas, se vieron un par de veces, ¡Hasta se besaron! (Y nos pueden sus besos eh! ) PERO no quiere nada, están muy bien como están, no hace falta formalizar nada, etc, etc, etc.
El mejor ejemplo (solo al principio!):  Después de muchas idas y vueltas, encontramos al "indicado". Relación formal (o no tanto) PERO... es un celoso/nos cambió por los amigos/nos metió los cuernos/ es un pirata incurable... Otro ejemplo para descartar.
Otro ejemplo y no tan común: Es tan pero tan tan bueno, te quiere mucho... Vos no esperás más ¡Es el correcto! ERROR! Te quiere muchísimo... Como amiga. O bien, tiene novia.
Último ejemplo y no tan común: Al principio, un dulce. Lo conocés más: es un forro.

Conclusión: Príncipe Azul, ¿DONDE CARAJO TE METISTE? Si a todo esto le sumamos que a nosotras las mujeres (aunque lo neguemos) nada nos alcanza, definitivamente creo que podemos pasar muchísimo tiempo buscandolo y difícilmente lo vamos a encontrar. Pero no todo tiene que ser malo, no existe el azul pero definitivamente cada una (a su manera) tiene su príncipe sea del color que sea. Y definitivamente, nosotras NO SOMOS PERFECTAS! Ellos tampoco, claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario